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jueves, 19 de febrero de 2015

Volviendo a conocer a mi princesa-Capitulo 1: La maldición en el Reino y la adivina de los astros

Bien, aqui traigo una nueva historia. Será mas corta que "Dimension's story" y no se preocupen, no dejaré de lado esa historia, solo estoy dando tiempo de dar intriga a los lectores. Los protagonistas aqui serán la princesa Peach y Bowser. Disfruténla.


Muchos conocen la historia del famoso fontanero Mario y su hermano Luigi, que desde bebés han enfrentado muchos peligros. Ambos han salvado al Reino champiñón y a su princesa de muchos peligros que los han amenazado. Incluso en una ocasión Mario salvó al Reino de Sarasaland y a su princesa, Daisy, de un malvado alienígena llamado Tatanga y ha tenido su propio castillo que fue hurtado por Wario, el cual tenía envidia del héroe del overol. Pero a pesar de los desafíos que él le puso, pudo recuperarlo. Por su parte Luigi ha ayudado a su hermano y también salvado de varios peligros, una de sus mas famosas aventuras fue capturando fantasmas y al temible Rey Boo, que había capturado a Mario en un retrato en dos ocasiones. Pero esos enemigos no se comparan al mayor villano que han enfrentado una y otra y otra vez. Es nada más y nada menos que el maligno rey de los koopas, Bowser, que ha ambicionado conquistar el reino Champiñón, pero no solo eso. Otro de sus objetivos es ganarse el afecto de la princesa Peach, eterna enamorada de Mario. Bowser, junto a sus hijos los koopalings y Bowsy, además de su fiel koopa troopa han invadido el reino y secuestrado en varias ocasiones a la hermosa princesa de cabellera rubia. Sin embargo sus planes siempre eran frustrados por los dos hermanos del overol, en ocasiones recibiendo ayuda de amigos que han encontrado en sus aventuras.


Pero…. ¿Y si Bowser no es tan malvado como dice 
ser? ¿Y si ocultara algún motivo secreto para sus viles actos? Esta es la historia de un plan malévolo. La historia del sufrimiento y redención del Rey de los Koopas.

Mario, Luigi y los Toads amarillo y azul había derrotado a Bowser y rescatado a Peach de sus garras una vez más.  Lograron devolverla sana y salva a su castillo y allí decidieron celebrar una fiesta por la victoria número... ¿Quien sabe cuanto?

Peach y algunos Toads se encargaron de preparar el pastel, Mario, Luigi y Daisy; que ya era la novia de Luigi, y el resto de los Toads colocaban los adornos.

Mientras tanto en el Reino de las Sombras, Bowser se recuperaba de las heridas del último combate al mismo tiempo que tramaba su siguiente
invasión al Reino para secuestrar a Peach. Esos malditos hermanos, ¡siempre interfieren en mis planes! Si no tuvieran fuerzas para pelear, yo... En aquel instante al malhumorado Koopa se le ocurrió un plan. Llamó a Kamek y le ordenó que, junto a sus compañeros Magikoopas, causaran Caos en el Reino Champiñón. El anciano Magikoopa llamó a sus compañeros y volando en sus escobas se dirigieron sin demora a la Ciudad Champiñón.





De regreso al Castillo de Peach, los fontaneros, las princesas y los Toads disfrutaban de la gran fiesta que habían organizado, sin mencionar la comida que allí había. Incluos se organizaron algunos concursos, uno de ellos fue un concurso de talentos que ganaron Luigi y Daisy interpretando a sus alter-egos Mr. L y Mrs. D. Pero en el concurso de baile la corona y las ovaciones se las llevaron Mario y la princesa Peach. Sin embargo cuando todos se tomaron un tiempo para descansar, escucharon un tumulto afuera, proveniente de la ciudad.


Gritos y aullidos de miedo de parte de los Toads que alli habitaban se escuchaban hasta la región mas lejana del Reino. Mario y Luigi decidieron salir a ver lo que acontecía y cual fue su sorpresa al observar a los magikoopas usar su magia para causar desgracias en todo el Reino. Sequia, lluvia de meteoritos de fuego, Invasión de plantas piraña que se comían las cosechas y reservas de alimento del Reino y Terremotos que no se detenían eran varias de las cosas que habían invadido todo el territorio. Adicionalmente Kamek creó una especie de domo oscuro que los mantenía aislados de todo aquel que pudiera ayudarlos con recursos. 

N-No puede ser... Bowser, ¿Cómo puedes hacernos esto? Se preguntó Peach aterrada por las barbaridades que Kamek y sus camaradas provocaron en todo el Reino. Y casi como si fuera una invocación Bowser hizo acto de presencia montado en su Koopa Clawn Car.



Buajajaja, Buenas tardes champiñones esponjados, fontaneros bigotones y princesas. Veo que "disfrutan" del caos que ocasionaron mis magikoopas. Enunció con sarcasmo, al mismo tiempo que reía maniáticamente de la desgracia que invadía a la Ciudad. 

¡Bowser! ¡Ahora si has llegado lejos! ¡Te golpearía si pudiera atravesar este domo! ¡Ven aquí y pelea cobarde! Bramó Daisy completamente encolerizada y con ganas de romper algo. Afortunadamente Peach consiguió calmarla antes que eso sucediera y decidió hablar ella misma con el Rey Koopa. ¿Qué es lo que quieres, malvado reptil? Le interrogó la princesa muy molesta por lo bajo que había caído. El maligno rey por su parte solo se carcajeó al ver la actitud valiente que dominaba a Peach en ese instante.  

Es bueno que lo preguntes, princesa. Verás, quiero hacer un trato. Ordenaré a Kamek que anule todo siempre y cuando cumplan con mis demandas.

¿Estas loco? ¡Primero muertos antes que obedecerte! Vociferó Mario, adoptando su ya típica posición de combate, eso hasta que Luigi lo calmó, ademas de querer decirle algo. Pero Mario, la comida ha escaseado, incluso el trigo para hornear nuestros spaghettis y ravioles favoritos.

Mario, habiendo escuchado a su hermano, soltó un grito de desesperación que podría dejar sordo a quien estuviera cerca de él.

Oh, Mario. Muy bien, Bowser, ¿Qué es lo que quieres? Demandó Peach con amabilidad, pero también con determinación.

El Rey de los Koopas se aclaró su garganta y comenzó a dictar sus demandas. Solo son 3 condiciones. Primero, si quieren que detenga la sequía, quiero que me entreguen la mitad de las monedas del Reino. Daisy, Mario y muchos Toads protestaron ante aquella petición del horrible reptil, pero al no tener otra opción para recuperar el agua todos la aceptaron. Inmediatamente Bowser prosiguió con su siguiente solicitud. 

Lo siguiente es... oh si, para quitar el domo y detener la lluvia de meteoritos de fuego... quiero que cada mes manden una gran ración de carne a mi castillo como tributo.

La princesa se lo pensó unos segundos y ya que no comían muy seguido alimentos provenientes de animales aprobó la solicitud, aunque Mario no pudo evitar desmayarse, ya que eso incluía las albóndigas para sus platillos favoritos. Esta bien, Bowser. Haremos todo eso cuando reunamos lo necesario.... y... ¿Cuál sería la tercera petición? Cuestionó Peach con algo de miedo por la mirada lasciva de Bowser.

Bien, si quieren que los constantes terremotos y la plaga de plantas piraña come cosechas se esfumen... Tendrán que dejar que Peach... se vaya a vivir a mis Tierras... para siempre. Pero debe ir por su propia voluntad. Y no intenten nada, antes de venir me encargué de invocar una gran barrera mágica que solo yo, mis hijos y mis secuaces podemos pasar. Y claro, los que no sean parte de los ya mencionados solo podrán traspasarla si se los permito, en este caso solo a la princesa Peach la dejaré pasar... pero no podrá salir nunca a menos que yo lo permita. Y una cosa más, si alguien más trata de traspasarla... morirá instantáneamente hasta ser solo cenizas... ¡Bwajajajajaja! ¡Adios, tontos! Y dicho eso se marchó en dirección a su castillo, dejando muy pensativos a todos, en especial a la joven princesa. Aquella petición del Koopa la había estremecido. Sabía perfectamente la obsesión que tenía el tirano hacia ella, y el solo hecho de estar en la misma estancia que él le desagradaba. Sin embargo... ¿Si era la única forma de salvar a su reino de la maldición de Bowser? No sabía que hacer, ¿Quién regiría el Reino en su lugar? ¿Cómo se sentiría su amado héroe Mario si no la tuviera cerca y no poder rescatarla debido a esa barrera? 

Los días pasaron y solamente habían cumplido la primera y segunda demanda de Bowser, por lo que la sequía, la lluvia de meteoritos y el domo mágico fueron anulados tal como lo había prometido el perverso rey. En cambio las plantas piraña continuaban deteriorando las cosechas de los Toads y cada cinco minutos se iniciaba un terremoto, a veces tan fuerte que destrozaba alguna casa Toad. Mario y Luigi ya no tenían fuerzas debido a su falta de ración de spaghetti. Peach estaba devastada y confundida, no sabía que hacer. No podía pedirle consejo a su prima Daisy debido a que ella obviamente le diría que no fuera a vivir con aquella "repugnante tortuga". Hasta que una idea le vino a la mente, debía ir con la única persona que ella consideraba completamente imparcial como para ayudarla a escoger la decisión correcta.

Esa noche, cuando todos dormían, se escabulló por la Ciudad Champiñón hasta llegar a un misterioso cohete espacial de color blanco con delgadas franjas celestes. Nuestra amiga nos dejó este cohete para que pudiéramos visitarla cuando quisiéramos o cuando hubiera una emergencia... ahora ha llegado el momento.... Además... esta nave es especial... solo se activa con el sonido de mi voz. Susurró para si misma la princesa al mismo tiempo que dijo "ábrete" y la compuerta de la nave se abría y entró en ella. Al llegar a la sala de mando ordenó a la nave que comenzara la cuenta regresiva para despegar. 10... 9.... 8.... 7... 6.... 5.... 4.... 3.... 2.... 1.... ¡DESPEGUE! Anunció la computadora de la nave y en el instante en que se escuchó la palabra "Despegue" la nave espacial comenzó a elevarse mas y mas hasta pasar la estratósfera, luego la mesósfera, posteriormente la termósfera y por último la exósfera. Hace mucho tiempo que viajó en el espacio, aunque no fue en la mejor nave del universo. De todas maneras el espacio exterior se veía igual de hermoso a cómo lo recordaba.

        


A lo lejos vio una edificación flotante, con un hermoso jardín, sin mencionar las pequeñas criaturas que revoloteaban alrededor de ella. Eran nada menos que los Luma.



Rosalina, allá voy. Eres la única que puede ayudarme.

Habiéndose acercado al hogar de Rosalina, conocido como el Planetarium, la nave comenzó a decender suavemente en la pista de aterrizaje. Habiendo acabado de aterrizar Peach salió de su interior y, recibida por muchos Lumas alegres, se dispuso a entrar en la casa de su amiga para buscarla. No tuvo que pensar mucho en donde iniciar su búsqueda, ya que sabía perfectamente que su amiga es una aficionada a la lectura y a estudiar nuevos hechizos de magia estelar. Sin demora corrió lo más rápido que podía por los pasillos hasta llegar a la biblioteca y allí la encontró. Era una joven alta, de tez blanca y un cabello rubio mucho más claro que el de ella y que llevaba peinado en un flequillo que cubría uno de sus ojos, los que por cierto eran de un color azul muy bellos. Vestía un hermoso y brillante vestido celeste con detalles blancos, sostenía en su mano derecha una varita plateada y delgada con una pequeña estrella dorada en la punta. Y en su cabeza portaba una corona plateada con joyas rojas y azules a los lados. A su lado la acompañaba un Luma de color amarillo que al parecer la estaba ayudando a escoger un libro.

   


Peach estaba a punto de hablar para llamar su atención, pero la otra joven fue la primera en iniciar la conversación. 

Peach, me da gusto verte, amiga mía. Las estrellas me dijeron que vendrías. Y también me dijeron el problema que atormenta a tu Reino. La princesa quedó sorprendida ante la anticipación que ella tenía para saber las cosas que sucedían por medio de los astros y solo pudo pronunciar con voz fuerte y desconcertante: ¡Rosalina, cada día me impresionas! La princesa de los astros solo se limitó a pasearse por la biblioteca, revisando sus estantes uno por uno. Hubo un gran silencio incómodo, hasta que Peach decidió romperlo. Dime, ¿que debo hacer amiga?

Rosalina observó unos instantes a su amiga y, al igual que Luma, le hicieron señas a la joven para que la siguiera. Al no tener otra opción caminó detras de ella. Avanzaron exactamente por el mismo pasillo por el que vino Peach hasta llegar al mirador, en donde la princesa de los astros tenía un telescopio. Ella procedió a observar a través de él el espacio infinito. No puedo decirte exactamente que hacer, pero debo consultar a las estrellas para poder tomar la mejor decisión. Esto tardará un rato, ten paciencia mi joven amiga, ¿de acuerdo?  Ante las palabras de la princesa, la joven Toadstool se sentó a esperar la resolución de su mejor amiga. Pasaron unos minutos, o tal vez horas, pero Rosalina al fin habia acabado de mirar por su telescopio y se aproximó a la princesa. Muy bien, las estrellas me han dicho lo siguiente: Un rey... criado para ser malvado... un día su corazón se rompió... y nunca más volvió a ser el mismo, eso es todo lo que te puedo decir. La joven Toadstool quedó confundida ante el enunciado de Rosalina, pero tras pensarlo unos pocos segundos lo comprendió. ¿Un rey... criado para ser malvado? Con eso te refieres a Bowser, ¿no es así? Pero... ¿un corazón roto? ¿No estarás diciendo que él alguna vez tuvo uno? La princesa de los astros solamente le dio la espalda. Se mantuvo así por un rato hasta que decidió mirar a la soberana del Reino Champiñón nuevamente. Toda criatura tiene un corazón. Solo que algunos lo ocultan en lo mas profundo de su ser. Algunos para no ser lastimados nunca. Otros, como Bowser, porque ya lo han lastimado una vez. 

Peach no podía creer lo que Rosalina le decía. ¿Bowser con un corazón? Y si fuera verdad, ¿Quién pudo haberlo lastimado? Antes de que pudiera preguntar algo más, la princesa de los astros retomó la palabra. Las estrellas también me dijeron... que el rey de los Koopas ha sido una criatura solitaria, que ha hecho actos viles por tristeza, enojo... y solo alguien de corazón puro y bondadoso puede curar sus heridas por completo. Y esa persona eres tu, Princesa Peach. Debes ir con él no solo para salvar tu Reino si no también para salvarlo a él de su prisión interna. La joven quedó sin habla, pero había comprendido perfectamente todo lo que su amiga le dijo. Aunque también en el fondo pensaba que estaba loca, sin embargo no podía dudar de ella cuando consultaba a las estrellas, ya que todo lo que ellas dicen es la verdad. Es hora amiga mía, debes volver a tu hogar. El Luma amarillo comenzó a bailar alrededor de Rosalina a la vez que ella agitaba su varita lanzando un brillo que rodeó a la princesa desvaneciéndola en el acto.

A la mañana siguiente, Peach estaba en su cama, durmiendo apaciblemente hasta que uno de los rayos del sol golpeó su rostro, despertando de su sueño. Bostezó y se estiró para desperezarse, pero pronto recordó todo lo que sucedió. Ella había visitado a la princesa Rosalina para poder tomar una decisión de lo que haría. Aún no estaba segura de eso, sin embargo si su mejor amiga decía la verdad, ella sería la única capaz de sanar el corazón del Rey de los Koopas.

Ok, eso será todo por hoy. Y no, para aclarar y po si lo piensan no habrá nada entre Peach y Bowser. No me desagrada tanto el PeachxBowser, pero soy definitivamente fan del MarioxPeach. Ya sabrán más de lo que les deparara el futuro a la princesa del reino champiñón y el rey de los koopas si continúan leyendo esta historia. Cualquier duda o sugerencia solo comenten. Adiós.




 

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